Defensa Personal Femenina

. miércoles, 26 de marzo de 2008
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CONCEPTOS BASICOS






La Auto-defensa es la adaptación inteligente a las situaciones de peligro o riesgo, combinando de forma ventajosa para nuestra supervivencia las tres respuestas posibles: Resistencia, Sumisión y Evasión.



Deben tener en cuenta y conocer ventajas y limitaciones.


Limitaciones:
  • Tamaño y fuerza física
  • Resistencia al dolor
  • Agresividad
  • Indumentaria


Ventajas:

  • Subestimación de las posibilidades ofensivas
  • Espera de sumisión
  • Sorpresa
  • Ayuda externa

Analizando las limitaciones y ventajas lo más aconsejable es rehuir los enfrentamientos físicos directos o en caso inevitable, compensar las limitaciones con armas artificiales que habitualmente se dispone (Llaves, carteras, zapatos, bolígrafos etc.)

Estos enfrentamientos deben partir de una posición sumisa o pasiva, aprovechando el factor sorpresa, actuando con decisión y utilizando las partes corporales más duras (codos, rodillas, o pie calzado) en caso de disponer de un arma de las antes descriptas se deberán utilizar preferentemente sobre las zonas más débiles y sensibles del agresor. Esta aplicación deberá ser rápida y sin reparar en la posición final, ya que el objetivo elegido para nuestro golpe debe estar lo más cercano posible.

Sólo con habilidad y prudencia podrá resolver las agresiones, apoyándose en la sumisión aparente hasta encontrar el instante ventajoso. Recordemos que al adoptar una actitud de sumisión el agresor tenderá a infravalorar la capacidad de respuesta ofensiva de la mujer, siendo para ésta el factor sorpresa una gran ayuda si su actuación es decidida y en el momento oportuno.

En la evasión (respuesta = huida) debemos atender a las diferencias físicas y de indumentaria adecuada para la carrera. Debiendo, en caso de utilizarse, hacerlo en zigzag o en búsqueda de un terreno ventajoso (escalera, desnivel del piso, esquina) utilizando los zapatos como armas para detener al agresor en caso de inminente captura, o una detención brusca agachándonos a fin de provocar el desequilibrio del perseguidor.



Teoría y Práctica



La habilidad autodefensiva no puede aprenderse sin su práctica, sin embargo ésta será de poca utilidad sino está fundamentada en unos principios teóricos que permitan transferirla a situaciones reales, ya que en la autodefensa rara vez se presentan situaciones idénticas a las practicadas. Así pues, la teoría no es eficaz sino está respaldada por la práctica (entrenamiento físico - técnico), y ésta a su vez es insuficiente sin la teoría, para aplicarla con éxito regular a las situaciones reales de peligro. La teoría nos ayuda a retener una habilidad previamente aprendida durante un mayor período de tiempo.

En la autodefensa es importante el propio descubrimiento, pero éste debe partir del aprendizaje a cargo de un buen maestro, pues los errores iniciales se arrastran con dificultad.

La teoría debe marcar el nivel inicial para la autodidacta; indicando cuáles son las situaciones y acontecimientos que den al sujeto las máximas posibilidades de adquirir las habilidades autodefensivas de forma rápida. La teoría debe de entenderse como ayuda y no como la transmisión del aprendizaje.